viernes, 11 de noviembre de 2011

Capítulo 12. Los coches de las familias preinformáticas.


A alguno os traera recuerdos, otros descubrireis una época del automóvil que no conocisteis.

Mi primer coche: el Renault Gordini.


Fue el primer coche de la familia, se compro en el año 1966 , yo lo conduje de 1982 a 1991, en el año 82 todavía se codeaba con los coches de la época y a alguno lo adelantaba con sus 105 Km./h de velocidad punta sin que el coche vibrara, a partir de esa velocidad parecía que se iba a desintegrar, pero en el año 91 cuando lo aparque por un golpe que me dieron , ya le adelantaban todos los coches de la época y empezaba a ser peligroso porque su velocidad estaba por debajo de la media, de todas formas el golpe me lo dieron parado en un semáforo embistiéndome por detrás.

Mi padre que le tenía mucho cariño lo arreglo y lleva 20 años el coche durmiendo en un garaje y saliendo de vez en cuando a tomar el sol y  una vez al año a pasar la ITV.

Lo llamaban el coche de las viudas porque tenía tracción trasera y en las curvas se le fue a mucha gente y no lo contó, era un coche muy potente de motor para su época y su carrocería, tenía el mismo motor que luego llevo el Renault 8.

En cualquier gasolinera o taller siempre te decían que si sabias que se llamaba el coche de las viudas, y que un primo o un tío suyo lo tuvo y le ponía dos sacos de cemento en el maletero delante o una plancha de acero, el caso es que mi padre, mi hermano y yo lo condujimos sin ningún peso extra y tuvimos precaución.

De mi Gordini tengo muchas anécdotas , marco la primera mitad de mi vida, primero de niño y luego como joven conductor.

Hay algunas muy curiosas, voy a relatar algunas,

Un día mi padre trajo un retrovisor para ponérselo en el lado del conductor, hasta ese día y calculo que sería alrededor del año 70 o 72, no había llevado nada más que el retrovisor interior, era lógico, no había prácticamente coches en España, así que no había a quien mirar por el retrovisor, y cuando venía uno lo veías venir de sobra por el retrovisor interior,

Otro día trajo unos cinturones y no eran para los pantalones, eran los cinturones de seguridad, totalmente inservibles en esos coches tan antiguos, que no tenían ni reposacabezas que te protegiesen las cervicales, solo falto que viniese otro día con un par de globos inflados y decir que los íbamos a llamar airbags.

Los viajes eran una odisea, Madrid-Benidorm unos 450 Km en 8 horas y media por carreteras nacionales de doble sentido adelantando a los pocos camiones que también había pero que incordiaban lo suyo, a  veces se  formaba una caravana  de diez o quince coches detrás de un camión durante más de diez minutos antes de que hubiese visibilidad para adelantar, era la España del 600 y  del gordini, y del 1500 y el 2 CV y el 850 y el simca 1000  y anterior a las autovías, va a resultar que lo que aparece en el programa Cuéntame , algunos lo podemos contar porque fue nuestra vida.

Pero en esos coches predemocráticos cabía de todo, hasta los abuelos, el perro, el gato o el canario con su jaula que ocupaba más, y las maletas con el equipaje para todos, pero tenían un elemento muy socorrido, la vaca que con unos pulpos elásticos y un plástico se  formaba un paquete como los que vemos ahora a los marroquíes y argelinos que cruzan todos los veranos a coger los Ferrys a Algeciras.


Yo recuerdo ya como conductor en  mi primer año como tal el 82, un viaje que hice con mi gordini a Barcelona, desde Madrid, ¡¡¡Tuve que hacer noche en Zaragoza!!!

Pero me dio buen servicio durante mis años universitarios aunque mis injustos compañeros se reían del coche cuando montaban porque a través de los orificios que dejaban en el suelo los pedales del freno y del embrague se veía la calle y me decían que si tendríamos que frenar con los pies como Pedro Picapiedra en su tronco móvil.

Lo que ellos no veían era como por las mañanas había que rascar por dentro la condensación del vapor de la respiración que se congelaba en le parabrisas, y es que la calefacción jamás funciono en ese coche y los recorridos matutinos en el Madrid de lo 80, no eran recorridos, eran estancias en interminables atascos, que entonces el parque móvil si había crecido pero las carreteras eran las mismas de los 60.

Hubo tres modelos, los más antiguos fueron el Dauphine y el Ondine , el Gordini fue el último modelo, aunque los tres eran identicos en carroceria, el gordini fue el de motor más potente y uno de los dos primeros, el Ondine o el Dauphine se fabricó inicialmente con una caja de cambios de solo tres velocidades, la directa era la tercera.

Yo, como soy muy alto no usaba el quitasol, como el techo era curvo, estirandome  no me daba el sol, por contra lo normal  era temer que ir encorvado para ver la carretera.

Mi padre cuando salia de viaje me explicaba todos los repuestos que llevaba en el maletero,  pero yo que era un negado para la mecánica, le decía que si tenía una avería iria a un taller , abriria el capo y le diría al mecánico que se sirviese, con confianza, y en concreto había una avería  eléctrica  frecuente que era que se juntasen los platinos, mi padre se empeñaba en enseñarme a repararlo,  recuerdo que me decía que había que separarlos el grosor de una tarjeta de visita, yo le contestaba, que si se juntaban los platinos, yo lo único que podía hacer  era abrir el capo y pedirles por favor que se separasen.

En fin, estos recuerdos son mi homenaje a mi primer coche, el que más ilusión me hizo.

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