viernes, 11 de noviembre de 2011

Capítulo 9. La relación con el “bicho”.



Dentro de la vida de los niños preinformáticos esta un hecho singular , su primer contacto con el “bicho”.

Antes de ese fatal día, los niños preinformáticos habíamos tenido un antecedente al entrar en contacto con las hermanas pequeñas del “bicho”, las pequeñas calculadoras, primero las aritméticas con las cuatro reglas y poco más, luego las científicas con teclas misteriosas por más que te leyeses las instrucciones, y al final en los años universitarios las programables.

Estas “bichitas” eran fundamentalmente de tres familias, la más popular era CASIO, y más refinadas eran HP y Texas inc., normalmente llegaban a nuestras manos a través de un familiar que te las había traído de Canarias, Céuta o Melilla.

Las Casio tenían nombres como fx-108 , fx-120 y similares, hasta que aparecieron sus hermanas las calculadoras de pantalla de litio y pila de botón, era una temeridad ir a un examen sin pilas de repuesto, te podías quedar colgado en medio del examen.

Cuando ya nos habíamos acostumbrado a ellas y hasta las dominabanos, llego el “bicho”, su hermano mayor, el ordenador o PC.

Mi primer contacto con él fue el año antes de empezar en la Universidad, en el último curso del instituto, que en mi época se llamaba COU. El profesor de física adquirió un primer PC para el instituto, y dedico un mes a enseñarnos el lenguaje de programación BASIC que era el idioma que entendía el “bicho”.

Aunque no eramos muchos en la clase, solo lo toco el empollón de la clase, yo que me sentaba en la última fila, solo llegue a ver que tenía teclas como una maquina de escribir y pantalla como la televisión del salón de casa, también oí que tenía algo que se llamaba CPU que con el tiempo me enteraría de que era el cerebro del “bicho”.

En esa época llegue a aprender a programar en BASIC la resolución de la ecuación de segundo grado. Me quedo una idea que perdularia muchos años, que todo contacto de un humano con un ordenador sería siempre a través de la programación, en ese momento ni se atisbaba el concepto de usuario informático ni la futura existencia de Internet, era el año 1981.

Terminó el curso, entre en la Universidad, en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid y después de los primeros años llegue a dos asignaturas que coqueteaban tímidamente con el “bicho”, una lo hacía enseñándonos el lenguaje de programación FORTRAN y la otra el lenguaje PASCAL.

Pero, solo era una declaración de intenciones, porque la Escuela no tenía “bichos” donde poder practicar.

Ya en el año 1987, me compre a la vez mi calculadora programable CASIO y mi primer “bichito”,
un Pc Amstrad de monitor de fósforo verde, los dos entendían solo el BASIC como forma de comunicación con ellos. La calculadora me fue muy útil en mis últimos años de carrera, utilizando programas hechos por mi o por compañeros.

El PC Amstrad, pariente de los Spectrum que no tenían monitor solo me sirvió para utilizaren ellos aquellos primitivos juegos que se cargaban con cinta de casette.

Por aquella época veía a mis hermanos pequeños hacer pinitos con el sistema operativo MSDOS, a mí después de tantos contactos malogrados con el “bicho”, el MSDOS me daba fobia, y se produjo en mi un alejamiento de todo lo que oliese a “bicho” en esos años en los que acababa mi carrera universitaria.

Termine en la universidad, me tuve que incorporar al mundo laboral y tenía el complejo de ser un total inútil informático, perdido para la causa, eran los años en los que el windows estaba sustituyendo al msdos

Entonces tuve la suerte de encontrar una colección de libros, Informática para torpes, ilustrados por el genial Forges,el primero me lo regalo mi hermana pequeña que sin embargo, ya era toda una adulta informática, y con ellos pude terminar yo mi personal evolución de niño preinformático a adulto informático.


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